La Casa R, es una experiencia radical y única que explora los límites del espacio continuo y versátil sin renunciar a lo concreto y a lo afectivo. Construida en 2009 sobre unas terrazas de naranjos que miran al Mediterráneo, esta segunda residencia se ganó inmediatamente el derecho a convertirse en vivienda habitual.

El arquitecto Arturo Frediani entendió que lo contemporáneo, para convertirse en intemporal, ha de ser necesariamente el recipiente efectivo de las emociones humanas. La casa R es, así, una profunda disquisición formal sobre lo que es importante y lo que es accesorio en nuestro actual sistema de valores.

R es un edificio en el que la cultura en sus diferentes formas –la literatura, la cocina, el arte– constituye la estructura de los propios muros que separan el recinto de un exterior a veces hostil. Una casa hecha a la medida del hombre usando sistemas constructivos ingeniosos y materiales naturales y reciclables. Madera nórdica, acero reciclado y vertiginosas perspectivas de cristal hacia el paisaje constituyen un escenario para la vida actualmente perdido.

El centro nodal

El proyecto sigue una lógica arbórea, ramificándose en dos alas que se extienden hacia los lados y hacia arriba, con espacios a diferentes alturas. El ala derecha aloja las zonas privadas, mientras que el ala izquierda los espacios comunes en los que reina la biblioteca, la cocina y el hogar.

Esos tres elementos e incluso la mesa del comedor surgen del grosor del muro. Se trata así de un “muro equipado”. La biblioteca es, de hecho, un muro relleno de libros, sólo accesibles desde múltiples franjas verticales acristaladas.

La cocina es el centro nodal de la vivienda, el único lugar de la casa (además del patio) desde el que se tiene una conciencia global de un espacio tan rico como complejo. La mesa del comedor actúa en consecuencia como articulación eficaz entre la cocina y el espacio de estar.

Las condiciones eran únicas para sacar el máximo rendimiento al sistema de amueblamiento bulthaup b3. Las superficies de laminado blanco con canto láser, complementadas por una compacta encimera sin juntas, revelan perfección técnica y un gusto exquisito que contrastan con los interiores de madera pintados en blanco mate. El banco bulthaup b3 de roble, colgado desde el muro, incorpora la mesa bulthaup c3 con sillas Wegner dispuestas sobre el pavimento industrial también de roble macizo.

Espacios abiertos pero dinámicos y cambiantes según se necesite, como el propio paisaje. La intensa arquitectura del proyecto reivindicó una nueva forma de construir cuya filosofía y valores son los propios de bulthaup.

bulthaup Partner: bulthaup Reus 
Proyecto de Arquitectura: Arturo Frediani
Fotografía: Eugeni Pons y Rudolf Schmutz 
Fecha construcción: 2009.
Superficie: 255 m2
Situación: Cataluña, España.