De los árboles vivos a los espacios de vida

El material más creativo en el mundo está creciendo, casi sin nuestra ayuda, y lo está haciendo totalmente en silencio. La madera es un pedazo de la naturaleza. Se respira. Vive. Irradia calor reconfortante, tiene un impacto positivo en la atmósfera de la habitación y ofrece opciones de diseño ilimitadas. Con su color, calor y texturas, la madera estimula nuestros sentidos. Y en estos tiempos rápidamente cambiantes, favorece nuestro anhelo de calma. Los muebles de madera de alta calidad se mueven contigo, y con frecuencia a través de herencias de generación en generación. Tal vez es porque pueden contar historias, ‘todos nos quedamos en algún momento frente a un escritorio, tocando su labor de taracea con amor y pensando en lo mucho que este mueble viejo debe haber visto, oído y experiencias a lo largo de su vida…’.

La madera es como nosotros – individual-. No hay dos piezas de madera iguales, ni siquiera la madera del mismo tipo. Como resultado, los muebles llevan la marca inconfundible del árbol del que se hace. Y eso es lo que estimula e inspira bulthaup el hacer justicia a esta vitalidad con sus muebles. Es un proceso que consiste en la búsqueda de ese carácter especial y expresarlo al máximo en la cocina. Es el punto focal de todo nuestro amor y respeto por la madera.

El camino desde el árbol hasta la cocina es largo. Pero en bulthaup, sólo usamos áreas de cultivo que son administradas de forma sostenible. No usamos la madera de la selva tropical. Después de todo, no tenemos que ir a los confines de la tierra para encontrar la madera. De hecho, pueden están muy cerca – tales como el olmo, manzana y peral suizo.

El olmo se utilizaba para adornar aparadores clásicos hasta que la madera finalmente se definió como “conservador” y se quedó en el olvido. A esto se sumó el hecho de que la enfermedad del olmo holandés también estaba destruyendo la mayoría de los olmos. Hoy en día, el olmo ha reclamado una vez más su posición en el diseño contemporáneo, por ejemplo, por un tono gris sensual o tono rojizo al lado de las superficies de acero inoxidable. La madera del árbol de manzano también establece acentos impresionantes. En el campo, es un árbol común. Pero en la casa, sigue siendo algo bastante exótico. Esto se debe a que su chapa es extremadamente difícil de procesar. La materia prima agrietada e irregular necesita mucha experiencia. Pero vale la pena, ya que con una cuidadosa artesanía, el manzano puede enriquecer el espacio de vida interior. La parte frontal es una pieza única, un emocionante contraste entre luz-oscuridad.

Y hay otro árbol frutal– el peral suizo-. Debido a las condiciones climáticas y el hecho de que crecen en forma silvestre, estos árboles de Suiza Oriental cuentan con un grano vivo, recto. Los ebanistas siempre han estado cautivados por esta madera, que es completamente diferente a la madera del peral convencional. En la década de 1950, el peral suizo era tan escaso que era casi imposible de conseguir.  Se buscó una alternativa y se cultivó un peral de grano de un color más cálido que la del peral original Suizo. Y al final estos se han conocido en el comercio como perales suizos.

Una versión asiática, que cuenta con una apariencia natural y de alta calidad, es el bambú. Con una superficie aterciopelada-mate, tiene una chapa fina, de rayas con nudos, conocidos como nodos.

El nogal americano tiene un efecto sobrio y noble, con su grano simple y fino de color gris, natural. En bulthaup, cuidamos la madera con un especial barniz natural  que contiene un tipo de factor de protección contra la luz que protege la chapa contra los efectos de la luz y preserva la deliciosa sensación de nogal.