Milán 2013. El poder de la curiosidad
Cuando se entraba en el showroom de bulthaup en la via Durini, uno se encontraba inmediatamente en medio de la cocina pero todo era distinto: la zona de aguas estaba instalada a una altura que hay que estirarse para alcanzar el grifo, justo a su lado y casi a la altura de los pies, se veía la placa de cocción, y la encimera al otro lado, invitaba a tomar asiento.
bulthaup presentó un collage, compuesto por elementos de bulthaup b3 en distintos colores y materiales, colocados a diferentes alturas sobre escalones y plataformas de hormigón, piedra, baldosas de lava pintadas a mano y pavimento de madera. De esta manera, cada vez que el visitante cambiaba de lugar, descubría momentos sorprendentes y nuevos puntos de vista: las perspectivas cambiaban continuamente.
La instalación invitaba a relajarse y a entablar conversación, pero también a reflexionar y a discutir sobre el significado del espacio vital en el siglo XXI.
bulthaup responde a la llamada de un espacio para disfrutar con los cinco sentidos: la vista, el gusto, el tacto, el olfato y el oído. Para la cocina del siglo XXI, esto significa flexibilidad y adaptación a las necesidades individuales. Un paisaje creado a partir de bulthaup b3 que cambia las perspectivas y abre la mente a una concepción más amplia de la cocina, tal como lo explica Marc O. Eckert, CEO de bulthaup en este video:
Cada cocina bulthaup es distinta. No solo porque se proyecta y produce en exclusiva para el cliente -familias, parejas, solteros- de acuerdo a sus necesidades, costumbres y tradiciones personales, sino porque los mismos usuarios impregnan la imagen de su cocina: la utilizan, viven en ella y, con el paso del tiempo, la enriquecen con sus propios objetos. Por ello, la presentación en Milán se completaba con accesorios y utensilios de cocina ordenados tipológicamente según su función: preparar, cocinar, presentar, almacenar y lavar.
El artista y fotógrafo Florian Böhm y la directora de arte Annahita Kamali, responsables de la puesta en escena de bulthaup en Milán, han recopilado estos elementos por todo el mundo; al igual que los 200 libros de recetas de la biblioteca que han creado al fondo de la exposición, en un ambiente especialmente acogedor que invitaba a la lectura.
El hombre desarrolla una relación particular con los objetos que le rodean. Colecciona e integra piezas queridas procedentes de distintos lugares y estilos y adquiridos en diferentes momentos de su vida. Estas reflexiones marcan las tendencias actuales respecto de la cocina y el espacio vital. Estimulan a diseñadores e interioristas a adaptar su forma de pensar, proyectar y proponer nuevas soluciones. Como por ejemplo el extraordinario panel mural presentado por bulthaup, que despliega su funcionalidad tanto hacia dentro como hacia fuera.
El espacio detrás del panel se aprovechó para guardar aquellos objetos personales – valiosas piezas heredadas u obras de diseño contemporáneo. Y también para presentarlos: por ejemplo mediante un cubo abierto de latón que puede desplazarse horizontalmente, o una parte del panel que se desliza suavemente hacia arriba. En el área inferior, un extraíble especialmente ancho exhibía prismas funcionales revestidos de cuero en los que se ofrece una selección de vinos y licores así como las correspondientes copas.
La instalación muestra cómo el sistema bulthaup b3 permite desplegar un paisaje arquitectónico que se experimenta directamente con todos los sentidos. Su juego con los materiales, las superficies, los colores y las formas nos revela cómo surge el aura de una cocina: combinando elementos preestablecidos con las huellas individuales de nuestra vida. De esta manera se crea un interesante contrapunto que, como en la estética clásica del wabi-sabi japonés, celebra la belleza de lo imperfecto. El auténtico contexto surge en el momento en el que entra en juego el individuo en cuestión.
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