Rotis: Un lugar en la región de Allgäu, no muy lejos de Leutkirch- con bosques, praderas y pequeños ríos. Detrás de un aserradero construido en 1414, hay unas casas-estudio sobre pilotes de madera. La luz del sol se filtra a través de estas amplias y luminosas construcciones. La autora Ilse Aichinger una vez escribió sobre Rotis, diciendo que nadie jamás podría entender completamente este lugar, el lugar es “como reservado ya que está abierto”. A principios de los años 70, Otl Aicher eligió Rotis como su lugar para vivir y trabajar, convirtiéndolo así, como él mismo dijo, en una “república autónoma”. Este hombre de renombre internacional emanaba cierto individualismo. Aicher era el hombre encargado de diseñar los Juegos Olímpicos de verano en Munich. Con su concepto visual para los Juegos de Verano, creó una verdadera obra maestra. Fue un diseño de comunicación en sí misma, que comprende las formas y los colores complementarios, un lenguaje que todo el mundo entiende. Internet estaba muy lejos y en comparación con la actualidad, la tecnología de la información era todavía muy precaria. Sin embargo, incluso en 1972, Otl Aicher estaba practicando lo que, treinta años más tarde, fue dado a conocer como “comunicación integrada”, una palabra clave para la comercialización global. En otras palabras, la combinación de todas las formas de comunicación para crear un efecto uniforme y concordante. Los diseños de Otl Aicher para la auto-representación visual de las empresas e instituciones dieron lugar a la formulación de una “identidad corporativa”. Creó un sistema de pictogramas internacionalmente comprensible, basado en figuras geométricas, y se convirtió en el “padre del hombre geométrico”.  Sus colores se convirtieron en los colores de los Juegos – azul cielo, verde lima, amarillo y naranja. Para Aicher, el internacionalismo era algo inspirador, y liberador. Después de su éxito en Munich, los organizadores de los Juegos de Verano de Moscú también querían trabajar con Aicher. Pero el plan falló en última instancia, por un simple razonamiento: Aicher no pondría rojo, el color ideologizado por los comunistas, a la vanguardia de su diseño. El hombre era terco y tenía sus principios. Y él se mantuvo fiel a ellos.

Sus pictogramas Rotis son conocidos en todo el mundo. No hay ni un solo edificio, aeropuerto o estación de tren que sus personajes y pictogramas no estén presentes. También una tipografía especial Rotis creada desde un punto de vista humanista, y que lleva el nombre del lugar en Allgäu. Para empresas como ERCO o Braun, Lufthansa o Gruner + Jahr, Aicher creó una nueva imagen pública. Y lo hizo también para bulthaup. El logotipo y la fuente tipográfica proceden de Otl Aicher. bulthaup ha estado trabajando con la tipografía Rotis desde hace muchos años. “Cuando conocí a Otl Aicher a finales de 1970″, recuerda Gerd Bulthaup, “era el deseo de Aicher que creáramos una imagen que implicara la cultura del comer”. Otl Aicher y Gerd Bulthaup hicieron muchos viajes durante tres años, y hablaron sobre aparatos de cocina y el arte de cocinar en Europa. El fruto de su trabajo fue producido en 1982 – un libro titulado “La cocina para cocinar” (“Die Küche zum Kochen”). También rindió homenaje al filósofo Ludwing Wittgenstein, quien una vez dijo: “Aprender cómo se usan las cosas da la clave de todo conocimiento”. La experiencia cuidadosamente investigada de los materiales, la ergonomía y el valor de la funcionalidad, fluyó en la filosofía de producto de bulthaup. El resultado fue sofisticados productos, creados con materiales éticamente sólidos. Cuando llegaba a la funcionalidad, Aicher planteaba preguntas sobre el propósito, y buscó respuestas en cuanto a la naturaleza de las cosas. Su realización: “en todo, hay una estructura de base, una forma ideal”. El mensaje de Aicher se escuchó a lo largo y ancho. Su influencia está en muchas mentes creativas que conforman el mundo de los negocios, la política y la cultura. El arquitecto Sir Norman Foster recuerda: “Eran las tres de la tarde. Cogí el teléfono y llamé a Otl Aicher. Otl estaba a menudo de viaje, pero para mi sorpresa, me lo encontré en Rotis. Respuesta de Foster: “Estoy en mi oficina de Londres, pero puedo verte en Leutkirch a las siete y cuarto”. Su jet privado aterrizó esa misma noche en el pequeño aeropuerto en Leutkirch.
Aicher no era solo un diseñador de comunicaciones. También fue escritor y filósofo. Tomó el derecho humano fundamental de la libre determinación, literalmente. Escribió una vez Aicher, “mi propiedad de cuatro hectáreas es una república autónoma, un enclave”. La autonomía nace de la resistencia contra el poder del Estado. Aicher confió en su propio generador de electricidad, y en sus propias verduras de su jardín. Quería vivir de forma independiente, libre, cerca de la naturaleza. Luchó por las supresiones del ruido de los aviones y se unió a la batalla política contra la militarización en la era de la Guerra Fría. A pesar de los desastres, la obra de su vida habla del amor por el prójimo. Otl Aicher, nacido en Ulm en 1922, murió en 1991 después de un trágico accidente de tráfico en Rotis.